Por Diana Maldonado Lasso.
En la ciudad de Quito - Ecuador, el día 5 de abril, en horas de la mañana, la Policía Nacional irrumpe la tranquilidad de Danilo Herdoiza. Por la tarde vuelve la Policía Nacional, ahora junto a la Fiscalía del Estado, a allanar el domicilio de Danilo y Jéssica. Esta vez se llevan plantas, productos y a él. Hoy, gracias a la acción de los abogados, pudo salir para defenderse en libertad. El proceso recién inicia y por declaraciones de uno de los defensores presentes sabemos que la Fiscalía insistía en su apresamiento por ser considerado un peligro para la sociedad.
Danilo Herdoiza es un cultivador, investigador y emprendedor cannábico de muchos años y con una enorme experiencia que sólo el tiempo la puede dar. Él junto a su esposa Jéssica elaboran productos cannábicos que brindan bienestar y salud. En estos momentos Danilo se encuentra estabilizando una semilla de una variedad que es 100% ecuatoriana llamada Equinox.
Lo que acabo de narrarles no es nuevo en este país. La persecución y la inexistente presunción de inocencia juegan en contra de la comunidad cannábica ecuatoriana. Más del 60% de las personas privadas de la libertad (PPL), ya sean hombres o mujeres, están presas por delitos relacionados a las drogas como la microcomercialización y el 34% por posesión o el uso/consumo, a pesar que la Constitución del 2008 considera el consumo de drogas como un problema de salud pública. Con esto podemos concluir que se castiga a la pobreza, a la falta de recursos más no a quienes en realidad pueden ser considerados como antisociales.
Es evidente la contradicción entre el marco constitucional, la legislación y la práctica. El artículo 222 del Código Orgánico Integral, refiriéndose a la siembra y cultivo, nos dice que sólo sí esas plantas son para la producción y comercialización de sustancias psicotrópicas se considera un delito con pena privativa de la libertad de uno tres años. En otras palabras, el autocultivo no es un delito ni es ilegal. Entonces ¿qué pasó con Danilo? ¿Por qué lo apresan y destruyen sus plantas? A menos de un año de la regularización del uso del CBD y del cultivo e industrialización del cáñamo, este tipo de acciones no tendrían sentido, al menos no tal como ha pasado. Esto responde a la ideología del castigo y el miedo, a la criminalización proveniente de la conocida guerra contra las drogas de la cuál Ecuador se ha beneficiado con equipos, financiamiento y estaciones policiales de los acuerdos bilaterales con Estados Unidos.
Este es el primer caso en Ecuador de un cultivador aprehendido bajo el artículo 222 y al que se la ha levantado la prisión preventiva mientras Fiscalía trata de probar las acusaciones hechas en su contra como “narcocultivador”.
La comunidad cannábica de Ecuador se declara en vigilia permanente de este y otros procesos penales, estamos atentxs y vigilantes. Somos muchxs, somos legión y no descansaremos hasta obtener la liberación total de esta planta madre.
Por Diana Maldonado Lasso. Para Cannalatino
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