El reciente presidente electo de Ecuador y el cannabis.
El 11 de abril Ecuador eligió como nuevo presidente a Guillermo Lasso, un hombre perteneciente al Opus Dei y a la derecha conservadora.
Durante su campaña pasada y en esta, mencionó al cannabis y lo rentable que es ese negocio. Debido a eso, vale dar un giro y pensar en inversiones.
Hasta ahí parece que todo estaría bien. Pero…
Guillermo Lasso, banquero, de larga carrera política - partidista del país, siempre ha estado relacionada con los grupos de la derecha más rancia de Ecuador. En esta, su tercera elección presidenciable, hizo alianza con el Partido Social Cristiano, partido que ha dominado y gobernado la ciudad de Guayaquil por más de 25 años. Entre los actos de ese partido destacan políticas públicas y ordenanzas, que han ido desde, controlar quién podía entrar o no a un parque o malecón, hasta de usar a su cuerpo de policías metropolitanos para vigilar la “buena conducta” de los habitantes de la ciudad, lo que incluye prohibir el consumo y/o tenencia de sustancias sujetas a fiscalización en el espacio público y aceptes que necesitas ayuda para salir de tu “adicción”, todo esto para no ir a la cárcel.
Frente a este escenario, Lasso habla del “negocio del cannabis”pero deja a un lado a los derechos humanos para sólo centrarse en el capital y no en las personas. Lasso debe tener presente que la personas cannábicas en el país estamos de acuerdo, en su mayoría, en liberar a la planta y todo lo que eso significa.
Hace unos días atrás anunció que continuará con la política extractivista y las privatizaciones en el sector público. Esto deja entrever que los derechos humanos no son ni serán, precisamente, algo muy importante a considerar. No considerar derechos inherentes relacionados al cannabis y sus usuarios , tales como: el libre desarrollo de la personalidad, las diferentes manifestaciones de la libertad, la presunción de inocencia, la no discriminación ni trato desigual, la salud integral, la educación, la eliminación de estigmas, el derecho a una vida digna, entre otros, acarreará más vulneraciones y violaciones. Su próximo ministro de trabajo ya dijo en una entrevista que el sueldo básico está muy elevado y que tenemos demasiados “beneficios laborales” refiriéndose a derechos conseguidos que hasta vidas han constado. Esto preocupa y mucho, sobretodo, a las puertas de la industrialización del cannabis medicinal y cáñamo industrial.
Pensar en grande está bien, lo que no está bien es que se deje de lado el factor humano y sólo se piense en como “generar riqueza” y bajar el riesgo país. Seguiremos resistiendo, la lucha está en las calles, al interior de nuestras familias, amistades y entorno.
Por Diana Maldonado Lasso.
Para Cannalatino
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